Crítica TICK TICK BOOM "El musical del autor de RENT con un elenco de alto nivel" ****Muy Buena


El joven Jonathan Larson tras escribir algunos musicales en sus tiempos de Universidad con éxito desigual, finalmente escribió “Superbia”, musical futurista rock inspirado en “1984″ de George Orwell, con la que ganó los premios Richard Rodgers Production y Richard Rodgers Development Grant, que a pesar del reconocimiento obtenido, solo pudo interpretar como un concierto de rock, producido por su amiga Victoria Leacock en el Village Gate en 1989, pero nunca llegó se representó en un escenario tal como fue escrita, con la consiguiente decepción por parte del autor.

Ese fue el detonante que le llevó a escribir un nuevo musical, con muchos toques autobiográficos, en el que intentó verter sus experiencias y desengaños para lograr su sueño de componer teatro musical, en el que su ídolo era Stephen Sondheim y al que le hizo llegar alguno de sus trabajos, que fueron bien valorados por el mismísimo icono del teatro musical.

Este nuevo musical lo tituló “30/90″, aunque luego le cambió el nombre a “Boho days”, hasta que finalmente en 1991, lo terminó con el nombre de “Tick, tick… boom”. El musical fue pensado para representar por el propio Larson al piano y una banda de rock. Se representó en un par de teatros del off Broadway y en una de las lecturas previas al estreno, un productor se interesó por la obra, aunque de nuevo fue la amiga de Larson la que produjo las dos representaciones.


El año 1996 se estrenó por fin en Broadway su musical, “Rent”, con la fatídica casualidad de que Larson moría el día de la primera función en previas, lo cual despertó el interés hacia el musical que se convirtió en un éxito de crítica y público, ganando múltiples premios incluido el Pulitzer, lo cual desató la curiosidad por el resto de trabajos de Larson, lo cual llevó a “Tick, tick… boom!”, que se entregó al guionista David Auburn, para que lo reescribiese, adaptando el texto para ser representado por tres personajes: dos chicos y una chica, estrenándose en off-Broadway el año 2001, con Raúl Esparza (Jon), Jerry Dixon (Michael) y Amy Spanger (Susan), recibiendo siete nominaciones a los Drama Desk.

El salto a Londres tuvo lugar en el 2005 en una producción de la Menier Chocolate Factory con Neil Patrick Harris (Jon), Tee Jaye (Michael) y Cassidy Janson (Susan), pasando a partir de entonces a emprender diferentes giras y estrenos en otros paises como Canadá, México, Dinamarca, Filipinas, San Francisco, Alemania y España.

En Argentina se representó por primera vez en el 2012 en el Maipo Kabaret con un elenco formado por Natalia Cesari, Andrés Espinel, Paul Jeannot y dirección de Nicolás Robert.

10 años después se presenta esta nueva versión dirigida por Ariel del Mastro con un elenco talentoso, comprometido y vibrante que deja a la platea de pie ovacionando por largos minutos.

Federico Couts en el rol del propio Jonathan Larson da a su personaje entrega y compromiso. Con un registro vocal destacado Couts se involucra en una partitura dura con mucho texto del que sale airoso y da con su personalidad una destacable calidez al personaje.

Couts esta acompañado por dos excelentes artisas de nuestro teatro musical como Lucien Gilabert en el personaje de la novia de Jonathan que recorre un mundo de emociones permanetemente entre su vocación y su amor. Plena de matices actorales y vocales Gilabert al igual que el talentoso y siempre efectivo Pedro Velázquez en el personaje del amigo intimo de Larson completan un trío de los mejores que pudimos ver en un musical en BAires.

La sobresaliente banda comandada por Giuliana Sosa es en si misma un show aparte durante y terminada la función.

Excelentes trabajos en lo vocal de Eugenia Gil Rodriguez y el coreográfico del Negro Carrizo y la marca de Ariel del Mastro.

Tick Tick Boom es un musical que pega en esa generación de los 30 años principalmente, que busca su lugar en el mundo con todas las contradicciones, incertidumbre y expectativas de armar una historia propia y lo pudimos ver refeljado en la platea con emociones que se desbordan y ese es el mejor de los resultados para el teatro.

Daniel Falcone