Hijo de un músico italiano llamado Santo Discépolo, y de Luisa Deluchi, nació el 27 de Marzo de 1901 Enrique Santos Discépolo.
CursĂł sus primeros estudios en el Colegio de Guadalupe de Salguero y Paraguay.
La vida lo golpeĂł de pequeño, en 1906 muriĂł su padre y en 1910 su madre, por eso dijo: “Tuve una infancia triste. Yo nunca pude decir aquellos de “cachurra monta la burra” ni hallĂ© atracciĂłn alguna en jugar a las bolitas o a cualquiera de los demás juegos infantiles. VivĂa aislado y taciturno. Por desgracia no era sin motivo. A los cinco años quedĂ© huĂ©rfano de padre y antes de cumplir los nueve perdĂ tambiĂ©n a mi madre”
En tanto Tania dijo en un reportaje, sobre la niñez de DiscĂ©polo: “No habĂa jugado nunca, ni a las bolitas, ni tuvo una bicicleta, porque estaba con unos tĂos muy ricos que lo vestĂan de payaso todos los dĂas... Le ponĂan el esmoquin, la corbatita para cenar y eso a Ă©l le dolĂa mucho. Enrique empezĂł a jugar y a hacer cosas de chico cuando me conociĂł. Nunca tuvo una bicicleta. No porque fuera pobre..., es al revĂ©s. El pobre era el hermano.”
Luego de la muerte de sus padres, Enrique y su hermano Armando se separaron, el primero fue a vivir con unos tĂos que tenĂan un buen pasar pero que eran muy estrictos a la hora de conducir la vida de Enrique, esos fueron años muy duros para Ă©l.
DejĂł el colegio religioso y terminĂł los estudios en un colegio estatal, pero su vida pegará nuevamente un vuelco cuando su hermano contrajo matrimonio y lo llevĂł a vivir con Ă©l, Enrique comenzĂł a disfrutar de una libertad que no conocĂa y estableciĂł amistades que forjaron su vida.
IngresĂł el Normal Mariano Acosta para ser maestro, pero al poco tiempo descubriĂł que su vocaciĂłn era otra. En vez de concurrir al colegio “pegaba el faltazo” y concurrĂa a una librerĂa donde el dueño le permitĂa leer los libros que estaban a la venta.
El maestro se convierte en actor
TerminĂł sincerándose con su hermano cuando le transmitiĂł que su verdadera vocaciĂłn pasaba por ser actor. A partir de ese momento comenzĂł una vida de bohemia que le permitiĂł conocer “un puñado de amigos” con los cuales compartiĂł intereses por lo social y tambiĂ©n proyectos de trabajo artĂstico.
Sobre ese cambio de profesiĂłn dirá mas adelante: “Mientras estudiaba para maestro descubrĂ mis facultades de actor. Fue en los ejercicios prácticos cuando daba lecciĂłn a los chicos. Explicando mi clase, más que un profesor, parecĂa un monologuista. Recitaba, accionaba y hasta les marcaba el tipo. Esta vocaciĂłn me la despertĂł y desarrollĂł el ambiente que respiraba en mi casa. VivĂa por entonces con mi hermano Armando, que era y es bastante mayor que yo. Ambiente bohemio de gente de teatro: autores, actores y mĂşsicos eran visitas constantes en nuestra casa. Aquello me quitĂł pronto la escasa vocaciĂłn que sentĂa por la enseñanza. Entonces empecĂ© por hacerme la rabona. En vez de ir al Normal, me iba a una librerĂa que habĂa enfrente del colegio. Llevaba el mate y bollos para convidar al librero y Ă©l me prestaba libros. Pero no eran libros de texto, sino de teatro, de viajes, de aventura, de cuentos. AsĂ seguĂ haciendo el cuento unos meses hasta que un dĂa le dije a mi hermano que no querĂa ser maestro de escuela sino actor. Y antes de cumplir los diecisĂ©is años debutĂ© con Roberto Casaux”.
A los quince años pasaba su mayor tiempo en la calle y en los “Cafetines de Buenos Aires”, tambiĂ©n a esta edad subiĂł por primera vez a un escenario. DebutĂł como actor en la obra el “Chueco Pintos” de Armando DiscĂ©polo y Rafael JosĂ© de Rosa estrenada por Roberto Casaux el 22 de octubre de 1917. Al año siguiente estrenĂł su primera obra teatral “El Duende” escrita junto a Mario Folco, en el Teatro Nacional el 31 de julio de 1918.
Tania y Discepolin en Punta del Este
Desde esa temprana edad estableciĂł amistad con una gran cantidad de artistas, todos ellos con un fuerte compromiso social, algunos de los cuales, más adelante, conformaron el grupo que se conociĂł con el nombre de “Boedo” en contraposiciĂłn al grupo “Florida”, el cuál mostraba un mayor interĂ©s por las formas, desligándose de cualquier interĂ©s social.
Esos dĂas de bohemia que compartĂa con figuras de la talla de Juan de Dios Filiberto o Quinquela MartĂn, entre muchos otros, dĂas de recorrer las calles de Parque Patricios, un amigo de aquellos dĂas Guillermo Facio Hebecquer, comentaba: “Nos hallábamos alejados de todos los cenáculos artĂsticos en boga. Alejados de la calle Florida, de los ministerios, de la ComisiĂłn, de la Academia, y de todas esas puterĂas, viviendo en medio del arrabal en continuo contacto con el pueblo sufriente, haciendo de sus dolores y de sus rebeldĂas las nuestras”
DiscĂ©polo y sus amigos fueron conmovidos por los acontecimientos de la Semana Trágica ocurrida en 1919 donde una huelga en los talleres Vassena concluyĂł con la muerte de varios obreros, el cortejo fĂşnebre tambiĂ©n fue atacado por la policĂa ayudada por los “nenes bien” de ultra derecha, el nĂşmero de vĂctimas se incrementĂł incluyendo a niños y mujeres.
Cuando se crea el grupo Boedo con la participaciĂłn de ElĂas Castelnuovo y Roberto Mariani, algunos amigos de DiscĂ©polo tambiĂ©n se integran, sin embargo Enrique prefiere mantenerse al margen, no obstante lo cual ya para esos tiempos, primeros años de la dĂ©cada del 20 ya mostraba un real interĂ©s por la situaciĂłn de los trabajadores y de aquellos sectores más sufrientes.
DiscĂ©polo (sentado a la derecha de la imagen), junto a AnĂbal Troilo, Francisco Canaro, JosĂ© Razzano, y Osvaldo Fresedo (1944)En su recorrido por los barrios proletarios, Enrique incorpora sus conocimientos del alma del trabajador y las necesidades del pueblo que cada vez son reflejadas con mayor claridad en sus obras. DiscĂ©polo fue sobre todas las cosas un buen tipo, un hombre sensible, que captaba el dolor ajeno y lo sentĂa como suyo, nunca pudo desligarse del ambiente en que vivĂa y de su compromiso por los más necesitados.
En el año 1923 se estrena la importante obra “Mateo” que llevará la firma de Armando DiscĂ©polo, con un gran Ă©xito. A partir de la repercusiĂłn de la obra, los coches de las plazas adquirirán el nombre de Mateo.
Tiempo despuĂ©s se estrena la obra teatral “El organito” de autorĂa de ambos hermanos DiscĂ©polo. En esta obra aparecerá el mundo de seres frustrados, casi marginales, expulsados de una sociedad para pocos. Se plantea la dificultad de la lucha por la subsistencia Galasso nos dice: “...en “El organito” apunta ese enfoque escĂ©ptico que reaparecerá en sus tangos, ese rebelarse contra la vida, contra esa vida que ‘nos la han hecho triste’ como decĂa Facio”
Tangos
Estando en Uruguay un amigo de Enrique, JosĂ© Vazquez, le enseña a tocar la guitarra, los dos serán los creadores de “Bizcochito” a la postre el primer tango de DiscĂ©polo
El primer intento de Discépolo con el tango fue en 1924.
Enrique tenĂa apenas 24 años, las urgencias econĂłmicas lo acompañarán durante gran parte de su vida, particularmente en aquella dĂ©cada del 20 y aĂşn peor en la del 30. Pero su situaciĂłn no era exclusividad la crisis castigaba a millones. De esas dificultades nace el tango “Que vachachĂ©”.
Hasta ese momento las letras de tango machacaban fundamentalmente sobre los dramas pasionales, con la apariciĂłn de DiscĂ©polo y Manzi, el tango adquirirá una nueva dimensiĂłn que los hará definitivamente nacional tambiĂ©n en sus letras. “Que vachachĂ©” fue estrenado en 1926 en Uruguay bajo una lluvia de silbidos, cuatro años despuĂ©s obtendrĂa la repercusiĂłn que se merecĂa, fue una de las grandes letras de DiscĂ©polo donde mostraba la dificultad para mantener los ideales en razĂłn de las urgencias econĂłmicas:
Lo que hace falta es empacar mucha moneda,
vender el alma, rifar el corazĂłn,
tirar la poca decencia que te queda...
Plata, plata, plata y plata otra vez...
AsĂ es posible que morfĂ©s todos los dĂas,
tengas amigos, casa, nombre...y lo que quieras vos.
El verdadero amor se ahogĂł en la sopa:
la panza es reina y el dinero Dios.
Pero no ves, gilito embanderado,
que la razón la tiene el de más guita?
¿Que la honradez la venden al contado
y a la moral la dan por moneditas?
¿Que no hay ninguna verdad que se resista
frente a dos pesos moneda nacional?
Vos resultás, -haciendo el moralista-,
un disfrazao...sin carnaval...
TambiĂ©n por aquel año 1927 surge el tango “Chorra” que a la luz de la escasa repercusiĂłn de sus otros tangos, DiscĂ©polo mantiene sin estrenar. TambiĂ©n crea por ese tiempo “Esta noche me emborracho”, Azucena Maizani la estrena con una gran repercusiĂłn en 1928, será el primer Ă©xito importante de DiscĂ©polo y el que le abre las puertas de los sucesivos Ă©xitos. Enrique comienza a ser conocido y a tener un lugar entre las figuras del tango.
En 1928 conoce a una cantante española Anita Luciano (Tania) de la que se enamora, no tardan en ir a vivir juntos en un departamento de la calle Cangallo 1757
Enrique Santos Discépolo con Tania, la mujer con la que compartió casi un cuarto de siglo.
Luego del Ă©xito de “Esta noche me emborracho” se estrena “Chorra” y vuelve con “QuĂ© vachachĂ©” que Tita Merello convierte en exito en 1928.
Gardel grabó casi todos sus primeros tangos lo que legitimó y difundió la obra de Discépolo. La versión de Galdel del 10 de ocubre de 1930 de Yira Yira fue uno de los grandes momentos de la música argentina según Sergio Pujol.
TambiĂ©n empieza a ser reconocida su actividad de actor donde interpreta a disĂmiles personajes como un turco, un sacerdote, un quĂmico o un soldado.
Nuevamente será Azucena Maizani quiĂ©n le pondrá voz a un tango de DiscĂ©polo esta vez se trataba de “Malevaje”. Cuando DiscĂ©polo comenzaba a encontrar algo parecido al Ă©xito una disposiciĂłn alentada por el Ministerio de Marina prohibiĂł la difusiĂłn radial de “Chorra”, “Esta noche me emborracho” y “Que vachachĂ©”. Los almirantes de mentalidad retrĂłgrada ponĂan el grito en el cielo ante el lenguaje popular de las letras tangueras, que además retrataba la dura realidad que castigaba al pueblo argentino.
Las palabras de DiscĂ©polo al respecto fueron las siguientes:”Me hacen gracia esos que creen que los idiomas los han hecho los sabios. Si la necesidad de un pueblo es capaz de crear un genio, cĂłmo pretenden que se detenga en la creaciĂłn de una palabra que le hace falta?”
A continuaciĂłn, estamos en 1929, llegĂł su prĂłxima producciĂłn. “Soy un arlequĂn” donde pinta el retrato de su alma dolorida, con un tema permanente para un buen tipo como DiscĂ©polo, el mal negocio del ser bueno, y a su vez la imposibilidad de ser otra cosa que eso: “La bondad no es profesiĂłn que halague, al contrario, duele. Más de una vez hubiera querido ser malo, de estafado perpetuo pasar a estafador, de hombre mordido a hombre que muerde.Pero nunca pude hacerlo. Para todo se necesita una educaciĂłn, una sangre especial. Para ladrar hay que ser perro. Y no se puede ser luna y perro a la vez”.
La década infame
En 1929 una crisis financiera conmueve al mundo entero, Argentina tambiĂ©n es sacudida. La desocupaciĂłn afecta a millones de trabajadores de todos los paĂses, el capitalismo en crisis muestra sus flaquezas. Las grandes potencias tratarán de descargar el peso de la crisis sobre sus colonias y semi-colonias. Argentina sufre ese embate, la oligarquĂa argentina necesitaba desembarazarse del viejo caudillo Yrigoyen para cuidar directamente de sus intereses en riesgo.
La crisis econĂłmica afectará a millones en nuestro paĂs, DiscĂ©polo será uno de los afectados, su eterna dificultad se verá agravada por la crisis y tambiĂ©n por su permanente tendencia a dar una mano al amigo necesitado. Se verá forzado a empeñar varias de sus pertenencias.
La dignidad de DiscĂ©polo vuelve a mostrarse cuando rompe un contrato cinematográfico que podrĂa haberlo alejado de sus necesidades porque la compañĂa “se empeñaba en hacerme hacer cosas que me desagradaban como artista, como hombre digno. RompĂ el contrato y me quedĂ© de nuevo en la calle” .
Serán esas noches de necesidades y ausencias cuando comienza a anotar los primeros versos de “Yira, yira” que se estrenĂł el 5 de septiembre de 1930, al dĂa siguiente un golpe oligárquico derroca a Yrigoyen, iniciando una de la etapas más vergonzosas de nuestra historia, plagada de entrega del patrimonio nacional y la más escandalosa corrupciĂłn.
“Cuando la suerte que es grela
fayando y fayando
te largue parao..
Cuando estĂ©s bien en la vĂa
Sin rumbo
Desesperao”
Sobre “Yira, yira”, dirá DiscĂ©polo: “Ese tango naciĂł en la calle, precisamente, me lo inspiraron las calles de Buenos Aires, el hombre de Buenos Aires, la rabia de Buenos Aires.. Yo no escribĂ esa canciĂłn con la mano. La padecĂ con el cuerpo. Quizá hoy no la hubiera escrito porque los golpes y los años serenan. Pero entonces tenĂa veinte años menos y mil esperanzas más” “GritĂ© el dolor de muchos, no porque el dolor de los demás me haga feliz, sino porque de esta manera estoy más cerca de ellos y traduzco ese silencio de angustia que adivino. Use un lenguaje poco acadĂ©mico porque los pueblos son siempre anteriores a las academias. Los pueblos claman, gritan y rĂen sin moldes”
“Cuando no tengas ni fe
ni yerba de ayer
secándose al sol,
cuando rajés los tamangos
buscando ese mango
que se te haga morfar...”
“Cuando estĂ©n secas las pilas
de todos los timbres
que vos apretás
buscando un pecho fraterno
para morir abrazao,
cuando te dejen tirao
después de cinchar
los mismo que amĂ
y los que estén a tu lao
se prueben la ropa
que vas a dejar..”
Con la oligarquĂa en el gobierno y los diarios La Prensa y La NaciĂłn al servicio del poder econĂłmico, sĂłlo podĂan tener difusiĂłn aquellos intelectuales “puros” y sumisos al poder imperial. El pueblo se podĂa expresar de muy escasas maneras, los tangos de DiscĂ©polo era una manera de dar rienda suelta a su bronca y mostrar la terrible realidad que no aparecĂa en los diarios.
Argentina tiene el vergonzoso antecedente de haber inventado la picana, instrumento para torturar, principalmente a los presos polĂticos, mientras esto sucedĂa, los intelectuales de tipo Borges y Victoria Ocampo vivĂan despreocupados de lo que ocurrĂa en el paĂs. En tanto DiscĂ©polo decĂa que “la razĂłn la tiene el de más guita” “que la moral la venden al contado y a la honradez la dan por moneditas”. La corrupciĂłn era moneda corriente, el patrimonio nacional se entregaba sin escrĂşpulos, todo eso ocurrĂa en el paraĂso oligárquico.
TambiĂ©n escribiĂł un sainete que se llamaba “Caramelos Surtidos” que no tiene mayor Ă©xito pero en la obra se estrenĂł un tango que se hizo conocido “¿QuĂ© sapa señor?”, retornando a la crĂtica social. De este tango dijo DiscĂ©polo:” ¿QuĂ© sapa señor? Es una lamentaciĂłn rea. El mundo inspira terror. El momento es de vĂ©rtigo, de desorden, de catástrofe. La tierra está incendiada por sus cuatro costados. Se quiere destruir para reconstruir. Estamos en plena locura”.
La tierra está maldita
y el amor con gripe, en cama.
La gente en guerra grita,
bulle, mata, rompe y brama.
Al hombre lo ha mareao
el humo, al incendiar,
y ahora entreverao
no sabe dĂłnde va.
..................................
¡QuĂ© "sapa", Señor...
que todo es demencia!...
Nos decĂa DiscĂ©polo: “No he vivido las letras de todas ellas... pero las he sentido todas, eso sĂ. Me he metido en la piel de otros y las he sentido en la sangre y en la carne... Yo vivo los problemas ajenos con una intensidad martirizante impropia de estos pocos kilos que visto y calzo...”.
Las pasajeras mejorĂas econĂłmicas de las finanzas de DiscĂ©polo no duraban demasiado en razĂłn de los muchos necesitados del momento y su imposibilidad de negar ayuda a cualquiera que se le acercara.
Sus mĂşltiples actividades lo encuentran trabajando junto a su hermano Armando en la autorĂa de la obra teatral con base histĂłrica llamada “La Pericona”, la misma no tendrá mayor Ă©xito, pero en cambio la adaptaciĂłn de la obra “Wunder Bar” contará con la aceptaciĂłn del pĂşblico, tambiĂ©n la actuaciĂłn de Enrique merecerá el reconocimiento de la concurrencia.
El año 1932 golpeará duramente las ilusiones y la economĂa del pueblo, la miseria se incrementa a niveles nunca vistos, otros autores se sumarán a DiscĂ©polo en su interĂ©s por reflejar ese momento del paĂs. Canaro y Pelay convertirán en un Ă©xito el tema “¿DĂłnde hay un mango?”, en tanto que CadĂcamo decĂa que “Al mundo le falta un tornillo”.
Toda la década del treinta será demoledora para las esperanzas de la gente, particularmente para la intelectualidad argentina que no encontrará su lugar en esa Argentina oligárquica y miserable. Leopoldo Lugones (1938), Alfonsina Storni(1938), Horacio Quiroga(1937), Lisandro de la Torre(1938), serán algunos de los nombres que se suicidaron.
Las letras de DiscĂ©polo reflejaron ese ambiente , en “Tres esperanzas” dijo:
No ves que estoy en yanta
Y bandeao por ser un gil
Cachá un bufoso y chau
Vamo a dormir.
1932 batirá el trágico record de suicidios en la Capital Federal. DiscĂ©polo pensaba que “El drama de los otros es casi siempre un poco el drama nuestro..”
Un nuevo tango “QuiĂ©n mas, quien menos”, nos volverá a mostrar el drama personal pero en un transfondo de miseria y desesperanza
“Quien más quien menos pa’ malcomer
somos la mueca de lo que soñamos ser”
Cambalache
En 1934 enferma, flaco, inapetente, su fĂsico refleja su endeblez, debe parar su despliegue de actividad.
Cambalache fue escrito ese mismo año para la pelĂcula “Alma de BandoneĂłn” que se estrenĂł en 1935 con Libertad Lamarque como protagonista, justo ese año surgirá FORJA agrupaciĂłn que nacĂa para luchar contra la dependencia del paĂs.
En tanto DiscĂ©polo nos decĂa que:
“El Mundo fue y será una porquerĂa
ya lo sé,
en el quinientos seis
y en el dos mil tambiĂ©n”
......................
¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
.....................................
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
................................
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefĂłn...
...........................................
¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
.........................................
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y dĂa como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...
El mundo estaba en manos de tiranos de la calaña de Musolini, Hitler y Stalin, en tanto la oligarquĂa gobernaba casi sin oposiciĂłn el paĂs, con la complicidad de radicales y socialistas.
En febrero de 1935 DiscĂ©polo emprenderá una gira europea que lo llevara como primer destino a Madrid. VisitĂł a Federico GarcĂa Lorca al que habĂa conocido en Buenos Aires dos años antes. Ambos eran poetas y sensibles a las necesidades e inquietudes de su gente. Al despedirse no sabĂan que GarcĂa Lorca morirĂa poco tiempo despuĂ©s en la Guerra Civil Española que no tardĂł en estallar.
En Palma de Mallorca visitando el Monasterio donde viviera Federico Chopin, comienza a delinear una canciĂłn que luego terminarĂa en Buenos Aires con el nombre de “CanciĂłn Desesperada”. Extrañamente se encontraba en Sevilla cuando se le ocurriĂł componer una zamba a la que titulĂł “Cascabel prisionero”
En TetĂşan, ciudad de Marruecos, no poca sorpresa tuvo DiscĂ©polo al escuchar que un comerciante cantaba “Yira, yira”, la mĂşsica de DiscĂ©polo habĂa adquirido, sin que Ă©l se diera cuenta, dimensiĂłn internacional. Sus letras reflejaban un sentimiento que no era solamente argentino, sino que marcaba a toda una Ă©poca mundial donde resaltaba la desesperanza y los fracasos.
Al contrario de muchos argentino, ParĂs no lo deslumbra, por el contrario dirá sobre la ciudad: “ParĂs al principio da la impresiĂłn de una ciudad inhospitalaria . Pero cuando uno la conoce a fondo, cuando se adentra en su alma, cuando profundiza en la intimidad de los parisienses, entonces.. entonces es más inhospitalaria todavĂa”
Un incidente se sucede en ParĂs, unos empresarios quieren imponerle la obligaciĂłn de actuar vestido de gaucho, DiscĂ©polo se niega terminantemente, logrando imponer su criterio.
A un hombre sensible como DiscĂ©polo no podĂa menos que conmoverlo la tragedia que se avecinaba en Europa, primero en España y luego en todo el Continente. Estaba regresando a su paĂs cuando una noticia lo golpea, su amigo Federico GarcĂa Lorca habĂa sido asesinado por los fascistas aquĂ©l 19 de agosto de 1936.
Director, actor, guionista y mĂşsico
Otra pasiĂłn de DiscĂ©polo fue el cine, en 1935 habĂa puesto mĂşsica a la pelĂcula “Alma de BandoneĂłn”, Al regresar de Europa participa del film “Mateo”, bajo la direcciĂłn de Daniel Tinayre. TambiĂ©n actĂşa en “MelodĂas Porteñas” donde tambiĂ©n colaborĂł con la adaptaciĂłn y la mĂşsica. En esta Ăşltima pelĂcula estrena dos tangos “MelodĂa Porteña” y “Condena “.
El cine donde DiscĂ©polo insiste no recibe el reconocimiento esperado, ”Cuatro Corazones” fue su primer pelĂcula como director, la crĂtica es dura con el film
No obstante DiscĂ©polo insiste con otras dos pelĂculas: “Caprichosa y millonaria “ de 1940 fue dirigida y con guiĂłn de DiscĂ©polo a quiĂ©n tambiĂ©n pertenecĂa la mĂşsica, protagonizada por Paulina Sigerman y trabajaban entre otros, Tania, Augusto Codecá y Eduardo Sandrini. “Un señor mucamo” de 1940 dirigida por DiscĂ©polo con un argumento de Ă©l, protagonizada por Tito Lusiardo con las actuaciones de Osvaldo Miranda , Eduardo Rudy y Armando Bo, pero la crĂtica vuelve a cuestionar duramente su obra.
Fantasmas de Buenos Aires de 1942 dirigida por DiscĂ©polo, fue protagonizada por Pepe Arias y Zully Moreno. DirigiĂł una de las pelĂculas de NinĂ Marshal : “Cándida, la mujer del año” (1943), tambiĂ©n fue co-autor del guiĂłn.
En 1950 comenzĂł el rodaje de “El hincha” un verdadero homenaje al hincha del futbol, en una Ă©poca que no habĂa barras bravas y el futbol no estaba tan comercializado, la pelĂcula fue estrenada el 13 de abril de 1951 los interpretes fueron además de DiscĂ©polo, Diana Maggi, Mario Passano. El director Manuel Moreno. El argumento de DiscĂ©polo y Julio Porter
Otra de las actividades que consume gran parte de sus esfuerzos es su trabajo como vocal de la ComisiĂłn Directiva de SADAIC, que comienza la lucha por el reconocimiento de los derechos de autor, que hasta ese momento no recibĂan remuneraciĂłn alguna.
En la dĂ©cada del 40 la producciĂłn de tangos de DiscĂ©polo comienza a disminuir, en 1940 es autor de “Martirio” y en 1941 “Infamia”, en ambos aborda el tema del fracaso amoroso.
Retorna permanentemente al teatro, es autor de dos obras: en colaboraciĂłn con Manuel Meaños: “Blancanieves y sus ocho ministros” y “Una revista de amor”. Las cuales no son de buena calidad. Los sucesivos fracasos terminan por deprimirlo y se queda encerrado en su departamento de la calle Uruguay.
Compra un chalet en la Lucila y se instala en Ă©l junto a Tania. Sus amigos van a visitarlo y de esas reuniones surgen nuevas canciones canciones. Junto a Julian Centeya escriben: “¿QuĂ© querĂas ganar con tu traiciĂłn?”
AhĂ en la Lucila surgirá un nuevo tango que se convertirá en clásico “Uno”, sobre este tema dirá DiscĂ©polo:”Muchos amigos dijeron que la amargura de “Uno resultaba tremenda y desoladora...Pero yo estuve mucha veces ‘solo en mi dolor y ciego en mi penar’. Y aquello de ‘punto muerto de las almas’ no es pura invenciĂłn literaria como tampoco los de ‘llorar mi propia muerte’” “Quizá sea exagerada-por salvaje, repite- la imagen de ‘si yo tuviera el corazĂłn’, pero hay que vivir para entender eso y vivir intensamente. Como viven en mi tierra y en otras tierras tantos seres. La genete de nuestro siglo sufre mucho. Es un perĂodo terrible y preciosos...”
A fines de 1943 da fin a “Uno” con mĂşsica de Mariano Mores.
Durante el gobierno surgido del golpe de junio de 1943 El ministro de EducaciĂłn Gustavo Martinez ZuburĂa(Hugo Wast) forma una comisiĂłn presidida por el moseñor Gustavo Guareschi que tenĂa por finalidad cuidar el idioma y comenzaron una campaña que afectĂł al lunfardo y a varios tangos de DiscĂ©polo
Discépolo junto con la Comisión directiva de SADAIC se reunieron con el Secretario de Trabajo y Previsión, Coronel Peron para plantear el problema de la censura.
El tanto se muda desde la Lucila a un departamento de la calle Callao entre Viamonte y Cordoba.
El peronismo
DiscĂ©polo ya tenĂa simpatĂa por PerĂłn, la cuál se acentuĂł luego del 17 de octubre de 1945.Nunca habĂa asumido posiciones directamente polĂticas pero siempre habĂa tomado partido por los desamparados, por los que sufrĂan.
Cuando la fórmula liderada por Juan Perón venció a la de la Unión Democrática el 24 de febrero de 1946 Discépolo se encontraba de gira por México.
Según el relato de Tania, Discepolo conoció a Peron en Chile cuando era agregado en la embajada argentina, cuando Perón fue nombrado en la Secretaria de Trabajo y Previsión comenzaron a verse con asiduidad llegando a forjar una amistad la que también se extendió a Evita
Mientras los trabajadores accedĂan a derechos impensables unos años antes, la pequeña burguesĂa empieza a acumular rencor, porque debĂan compartir los restaurantes, los teatros, los cines y los lugares de veraneo con los obreros llegados del interior.
Gran parte de las relaciones de DiscĂ©polo provenĂan de esa clase media que lo empieza a mirar con desconfianza que luego se convertirá en abierta enemistad, porque se habĂa definido abiertamente a favor del gobierno peronista.
En el medio Enrique le pone letra a “El Choclo” aquel tango de Villoldo. Poco tiempo despuĂ©s compone “CafetĂn de Buenos Aires”. Estaba cenando en una cantina de la Boca cuando ve contra la ventana un chico que miraba desde afuera con ojos de asombro y le recordĂł a su adolescencia cuando desde afuera miraba los bares donde los mayores discutĂan de temas importantes.
“De chiquilĂn te miraba de afuera,
como esas cosas que nuca se alcanzan,
la ñata contra el vidrio
en un azul de frĂo
que sólo fue después viviendo
igual al mĂo”
Uno de los mejores tangos de Discépolo un homenaje a la amistad y a la bohemia
La relaciĂłn con PerĂłn se fortalece, periĂłdicamente concurre a la Casa Rosada o a la quinta de San Vicente a charlar con el general, en tanto que Ă©ste dirá de DiscĂ©polo que fue “el más grande poeta popular de la Argentina”
En esas visitas Discépolo quedará admirado de la personalidad de Eva Perón, también hará una costumbre visitarla en su despacho en el Concejo Deliberante.
En tanto en Radio Belgrano iniciĂł un ciclo que titulĂł “Como nacieron mis canciones” donde relataba el origen de cada una de sus composiciones
Junto a Julio Porter escribirá una de obras teatrales más conocidas “Blum” estrenada en el Teatro Alvear, tambiĂ©n actuaba en el papel del millonario.
Otro poeta popular y luchador de la causa nacional a travĂ©s de FORJA, Homero Manzi, compondrá un tema homenaje a DiscĂ©polo que titulĂł “DiscepolĂn”, Troilo se encargará de la mĂşsica. En una cena en la casa de DiscĂ©polo, Manzi le da a conocer su poema dedicado a DiscĂ©polo.Estaban presentes sus grandes amigos Troilo y Osvaldo Miranda.
DecĂa Manzi en “DiscepolĂn”:
Con tu lágrima amarga y escondida
con tu careta pálida de clon
y con esa sonrisa entristecida
que florece en verso y canciĂłn”
“La gente se te arrima con un montĂłn de penas
y tĂş las acaricias casi con temblor
te duele como propia la cicatriz ajena
aquĂ©l no tuvo suerte y Ă©sta no tuvo amor”
“AL fin quiĂ©n es culpable de la vida grotesca
ni del alma manchada con sangre de carmĂn
Mejor es que salgamos antes que amanezca,
Antes de que lloremos, viejo DiscepolĂn...
La pista se ha poblado al ruido de lka orquesta,
Se abrazan bajo el foco muñecos de aserrĂn
¿No ves que están bailando? ¿ no ves que están de fiesta?
Vamos, que todo duele , viejo DiscepolĂn”
En tanto el peronismo comenzĂł a emitir un programa por radio en defensa de su gobierno, con libreto de Abel Santa Cruz , diversos actores que leen el guiĂłn. Pasan por el programa Luis Sandrini, Lola Menbrives, Pierina Dealessi, Tita Merello , Juan Jose Miguez y otros.
Mordisquito
En junio de 1951 es invitado a hacer la audiciĂłn “Pienso y digo lo que pienso”, DiscĂ©polo se resiste al principio, pero termina por aceptar aunque imponiendo reformas a los libretos, colaborarán con Ă©l Abel Santa Cruz y Julio Porter, pero quedará en manos de DiscĂ©polo la redacciĂłn definitiva.
El 11 de julio de 1951 comienza la etapa de DiscĂ©polo en ese programa radial en defensa de la RevoluciĂłn Nacional y denunciando el papel del opositor tilingo que desde la clase media criticaba al gobierno. “Antes no habĂa nada, ni dinero, ni indemnizaciĂłn, ni amparo a la vejez.. y vos no decĂas ni medio, vos no protestabas nunca, vos te conformabas con una vida de araña. Ahora ganás bien, ahora están protegisdos vos y tus hiojos y tus padres.Si, pero tenĂ©s razĂłin, no hay queso... Vos el mismo que estás preocupado porque no pode´s tomar tĂ© de Ceylan ... y durante toda tu vida tomaste mate”
SĂłlo como lo hiciera Jauretche , DiscĂ©polo desnudaba esa mentalidad pequeñaburguesa que creĂa que su ascenso social era sĂłlo producto de su habilidad profesional, no de las condiciones favorables del pais. Pero como la envidia es la fuerza que lo mueve no podĂa soportar hacer la misma cola que el obrero.
Esta colaboración le gana una infinidad de adhesiones, pero también muchas enemistades de gente a los que Discépolo criticaba en sus programas.
Cada una de las conquistas del peronismo fueron defendidas desde ese programa radial con una lucidez y claridad que muchas veces el propio peronismo no podĂa encontrar en su propaganda polĂtica.
La inquietud permanente de DiscĂ©polo lo hacen buscar nuevas formas para mejorar el programa, es asĂ que decidiĂł incorporar un personaje como el prototipo del opositor a ultranza, al que llamĂł “Mordisquito”, a partir de ahĂ ese sobrenombre fue aplicado al propio DiscĂ©polo.
La hostilidad contra DiscĂ©polo se acentĂşa su telĂ©fono recibe persistentemente llamadas con amenazas o insultos. DiscĂ©polo sufre el dolor por la incomprensiĂłn de muchos que incluso habĂan sido amigos de Ă©l y que ahora se alejan por su adhesiĂłn al peronismo, los antiperonistas no dejan oportunidad por hacer saber su repudio a la posiciĂłn del DiscĂ©polo, a este le duele cada acto de desprecio , su salud de por sĂ dĂ©bil se resiente.
No obstante, en el golpe de estado frustrado de BenjamĂn MenĂ©ndez de 1951, junto a los trabajadores de la CGT que se movilizan para defender al gobierno tambiĂ©n se movilizan Hugo del Carril y Enrique Santos DiscĂ©polo.
Pero el hostigamiento a su figura continuará de manera implacable al ingresar a un restaurante fue silbado, en tanto hasta el candidato presidencial de la UCR BalbĂn, lo cita en un discurso para criticarlo.
DiscĂ©polo le contesta al dĂa siguiente:
“... yo no lo inventĂ© a PerĂłn, ni a Eva PerĂłn. ... los trajo la ausencia total de leyes sociales que estuvieran en consonancia con la Ă©poca. Los trajo tu tremendo desprecio por las clases pobres a las que masacraste, desde Santa Cruz hasta lo de Vasena, porque pedĂa un mĂnimo respeto a su dignidad de hombres y un salario que los permitiera salvar a los suyos del hambre. SĂ, del hambre y de la terrible promiscuidad de sus viviendas en las que tenĂan que hacinar lo mismo sus ansias que su asco. No. Yo no lo inventĂ© a PerĂłn ni a Eva PerĂłn. ¡Vos los creaste! Con tu intolerancia. Con tu crueldad. Con la misma crueldad aquella del candidato a presidente que mataba peones en su ingenio porque le pisaban un poco fuerte las piedritas del camino a la hora de la siesta.”
“Pero yo no lo invento a PerĂłn ni a Eva PerĂłn. Los trajo la estulticia que manejaba el paĂs. Mirá, si vos hubieras estado en la Semana Trágica como yo y como tantos, en Cochabamba y Barcala, y hubieras visto morir primero a aquellos cinco, fuego a cientos y hubieras visto masacrar judĂos por una "gioriosa" instituciĂłn que nos llenĂł de vergĂĽenza, no hubieras formado nunca más parte de ese partido que integrás por amor propio y quizá por ignorancia de tantos hechos delictuosos que son los que empezaron a preparar la llegada de PerĂłn y Eva PerĂłn. En un paĂs milagroso de rico, arriba y abajo del suelo, la gente muerta de hambre. Los maestros sirviendo de burla en lugar de hacer llorar porque estaban sin cobrar un año entero. ¡No! ¡Y todo vendido! ¡Y todo entregado! Yo sĂ© que te da rabia que te lo repitan tantas veces, pero es que entristece tambiĂ©n pensar que no lo querĂ©s oĂr. El otro dĂa, en un discurso oĂ que decĂas refiriĂ©ndote a un gobierno de 1918: "Ya por ese entonces los obreros gozaban..." ¿De quĂ© gozaban? ¡Los gozaban!, que no es lo mismo. Y, sĂ, Mordisquito, ¡los gozaban!”
AsĂ como fue despreciado por la oposiciĂłn, cuando se dirigiĂł a la Casa Rosada para saludar al PerĂłn por el triunfo en la elecciĂłn del 11 de noviembre de 1951, la multitud al reconocerlo lo viva y lo levanta en andas en andas.
Al retornar a su casa mientras descansaba, un griterĂo lo despierta, parte de los manifestantes se dirigieron a su casa para saludar y reconocer que parte del triunfo tambiĂ©n era suyo.
Poco tiempo despuĂ©s DiscĂ©polo visita a Peron en la Casa Rosada, pero esta vez para anunciarle que pensaba irse del paĂs. A pesar de la ferviente adhesiĂłn al gobierno no podĂa soportar el agravio y la amenaza constante a la que fue sometido.
DiscĂ©polo necesitaba ser querido por todos y su incursiĂłn en la polĂtica le valiĂł un odio del que no era merecedor, por eso dijo: ” Negar que he deseado ser querido, serĂa una impostura. Lo he soñado, lo he padecido y lo sufro con agrado. Siempre he deseado que me quisieran, aunque esta aspiraciĂłn no conduzca jamás a buenos resultados comerciales, ni traiga aparejada una libreta de cheques. Pero mi capacidad fraternal es tan sincera, de tan sencilla buena fe, que soy de los que quieren, sin discriminar, a la guĂa telefĂłnica entera. Quiero a los que me saludan y quiero hasta a los que me estafan...”.
En vĂsperas de Nochebuena comienza a sentirse mal, un fuerte dolor en el pecho lo obliga a acostarse un sĂncope paraliza su corazĂłn. Los Ăşltimos acontecimientos fueron demasiado para su corazĂłn. Loa compañan Tania y su amigo Osvaldo Miranda, al rato llega Anibal Troilo
La noticia se esparce por la ciudad, aquĂ©l 23 de diciembre de 1953 fue el Ăşltimo de DiscepolĂn, Fue velado en SADAIC , una gran cantidad de amigos y admiradores concurrieron, PerĂłn pasĂł a despedirse del gran poeta.
El Teatro Presidente Alvear pasó a llamarse Enrique Santos Discépolo por decisión de Perón. El 24 de diciembre fue enterrado en Chacarita.
En su escritorio quedaron dos tangos sin letra que luego serán “Mensaje” y “Andrajos” , tambiĂ©n se encuentra los versos “Falsa Escuadra” que luego se llamará “Fangal”. TambiĂ©n se encuentra la letra inconclusa de “Fratelanza”. Poco despuĂ©s de su muerte aparecerá un libro titulado “AmĂ me la vas a contar” donde se recopilan las 37 charlas de las audiciones “Pienso y digo lo que pienso”
En 1953 Cátulo Castillo le pondrá letra a “Mensaje” un tango de DiscĂ©polo que habĂa quedado sin letra. Hermoso poema que define la filosofĂa de vida de DiscĂ©polo:
“Nunca quieras mal
¡total, la vida que importe!
Si es tan finita y tan corta
Que al fin
El piolĂn se corta
No te aflija el esqioñnazpo del dolor
y si el amor te hace caso
no le niegues tu pedazo de candor
que es lindo creerle al amor”
“Bueno y nada mas
que siendo bueno
no hay odio ni injusticia ni veneno
que haga mal”
El golpe oligárquico de 1955 se ensaña también con Discépolo el Teatro Enrique Santos Discépolo vuelve a llamarse Presidente Alvear.
La vida de DiscĂ©polo será rodeada de un profundo silencio, si bien no pudieron prohibir sus canciones lograron que los medios de comunicaciĂłn nada dijeran sobre uno de los más grandes poetas populares, su pensamiento fue distorsionado, silenciando su compromiso polĂtico y social , y adjudicando la profundidad de “Cambalache, Yira..Yira o “Que vachache?” a problemas personales o una tendencia a la depresiĂłn del autor.
La vigencia de sus letras, aĂşn en nuestros dĂas, mostraban más allá de cualquier elogio, su posibilidad de bucear en lo hondo del alma humana.
Un poeta magnĂfico, una gran persona, un artista comprometido social y polĂticamente con los más necesitados, fue injustamente tratado por sus contemporáneos, tal vez hoy podamos hacer un poquito de justicia con el gran DiscepolĂn.
La Ăşltima pelĂcula de DiscepolĂn como actor y guionista fue El Hincha, que se estrenĂł en 1951 y que dejĂł una serie de frases inolvidables que definen al hincha de fĂştbol argentino:
DiscĂ©polo junto a Olinda Bozán“¿Que serĂa de un club sin el hincha? Una bolsa vacĂa. El hincha es el alma de los colores. Es el que no se ve, el que se da todo sin esperar nada. Eso es el hincha… ESO SOY YO“
Enrique Santos Discépolo murió el 23 de diciembre de ese mismo año, 1951.