El nombre de Cole Porter debería escribirse siempre en mayúsculas y sólo en marquesinas luminosas, porque es todo un portento en la composición musical, de forma que sus canciones como sus letras siguen siendo las más populares, atrevidas y recordadas de su generación.
Puestos a hablar del musical Anything goes, hay un montón de temas de este musical en el inconsciente colectivo, colocados en infinidad de recopilatorios de canciones suyas, hechos por los más diferentes artistas de todas las épocas, o en famosísimas películas, veamos:
Indiana Jones y el templo maldito (Indiana Jones and the temple of doom), arranca con un número musical interpretado por Kate Capshaw, con claras reminiscencias a las coreografías de Busby Berkeley, siendo lo más cercano que ha hecho Spielberg en un musical. La canción es: Anything goes.
En ¿Qué me pasa doctor? (What’s up, doc?), el despistado Ryan O’Neal sube a la terraza del hotel donde se aloja y encuentra algo cubierto con una enorme tela. O’Neal quita la tela y debajo aparece un piano de cola sobre el que está tumbada Barbra Streisand que le canta “You’re the top”. En el hilo musical del hotel suena “I get a kick out of you” y “Anything goes”, todo un homenaje del director Peter Bodganovich a este musical.
Mel Brooks, director cinematográfico, a la vez que gran amante del teatro musical, en su película Sillas de montar calientes (Blazing saddles), utilizó el tema “I get a kick out of you” cantado a capella por un grupo de trabajadores negros que están construyendo una línea de ferrocarril, en uno de los múltiples gags de esta atípica película del Oeste.
No son estas las únicas canciones conocidas de este musical, ya que All through the night, Easy to love, o Blow, Gabriel, blow, nos harán reconocerlas tras los primeros acordes.
Otros temas existentes hoy en este musical, fueron rescatados de otros musicales anteriores de Porter como It’s de-lovely (Red, hot and blue), Frienship (DuBarry was a lady), Let’s misbehave (Paris, Paris), reforzando la parte musical.
Este musical con música y letras de Cole Porter, tiene un libreto de Guy Bolton y P.G. Wodehouse en el que nos embarcan en un crucero de lujo, no podía ser de otra forma tratándose de Cole Porter, que nos va a llevar de New York a Londres, con unos pasajeros muy especiales: Billy Crocker, polizón enamorado de Hope Harcourt, una rica heredera, prometida a Lord Evelyn Oakleigh.
Billy pide ayuda a su amiga Reno Sweeney, cantante, que con Moonface Martin, mafioso perseguido por la justicia, que se ha colado entre el pasaje disfrazado de cura, harán todo lo que esté en su mano y más para ayudar a Billy a conseguir su propósito de enamorar a la rica heredera.
El título de la obra, se dice que lo sugirió inconscientemente el productor, cuando con los ensayos bastante avanzados alguien preguntó: “¿Y cómo vamos a terminar el primer acto?”, a lo que el productor respondió: “Anything goes” (Lo que sea, vale), cuando es bien sabido por todos los amantes del musical, que el final del primer acto siempre termina con un momento álgido de la acción, acompañado de un tema grandioso y a ser posible con toda la compañía en escena.
Nos encontramos con un musical divertido, con canciones pegadizas, con baladas excelentes, y la clásica trama de enredo que funciona como un reloj, que no da reposo al actor ni al espectador y el público la disfruta de principio a fin.
Se estrenó el 21 de Noviembre de 1934 en Broadway con Ethel Merman en el papel protagonista.
A pesar de ser un momento difícil ya que se estaba en medio de Gran Depresión, el musical superó las 400 representaciones. El estreno en el Palace de Londres el año 1935 alcanzó las 261 representaciones.
En la reposición que se hizo en un off-Broadway de 1962 ya se cambiaron algunos aspectos del argumento y se añadieron algunas canciones de Cole Porter de otros musicales, como indicamos anteriormente. Se filmó una versión para televisión en 1954 protagonizada por Frank Sinatra y Ethel Merman que a pesar de tener ya 50 años retomó el papel de Reno que había hecho en teatro 20 años antes.
Se rodaron dos versiones para el cine con Bing Crosby, una en 1936, en blanco y negro con Ethel Merman y que era bastante fiel al musical teatral y otra en 1956, en color, con Donald O’Connor en la que se cambiaron algunas canciones de Porter por otras de otros compositores y el argumento sufrió importantes cambios... a peor.
El resurgimiento de este musical se la dio la producción del Lincoln Center en 1987 con Patti LuPone, en la que se recuperó el tema de Porter Easy to love (Born to dance), y tuvo unas críticas excelentes, recibiendo 10 nominaciones al premio Tony, ganando 3 de ellos.
Cuando Elaine Paige vió la nueva adaptación de esta producción, lo bien encajada que estaba la trama y las excelentes canciones del musical, quiso interpretarlo y para asegurarse el papel protagonista, produjo ella misma el musical con Tim Rice y lo estrenó en 1989 en su teatro talismán, el Prince Edward, con gran éxito de crítica y público, coincidiendo algunos meses con un joven John Barrowman como Billy.
Quizá la más espectacular y redonda de todas las adaptaciones del musical sea la que dirigió Trevor Nunn para el National Theatre de Londres el 2002, con John Barrowman retomando el papel que interpretó en 1990 y con Sally Ann Triplett como Reno Sweeney.
Broadway estrenó en 2011 una nueva versión con Sutton Foster como Reno Sweeney y Joel Grey como Moonface Martin, dirigida por Kathleen Marshall que ganó el Tony a la mejor reposición de un musical y el de la mejor actriz para Sutton Foster. De factura también impecable quizá lo único que la ganaba en espectacularidad copn respecto a la de Londres en el National Theatre, es que aquella tenía un escenario mucho más ancho y profundo, donde lucían mucho más los números musicales.
MÚSICA Y LETRAS: Cole Porter
La versión para cine de 1936, con Bing Crosby y Ethel Merman te la dejamos para que disfrutes
https://www.youtube.com/watch?v=NVy_x7q2jDw