Hace 17 años se estrenaba en Broadway SPRING AWAKENING (DESPERTAR DE PRIMAVERA)

 

SPRING AWAKENING

Este musical se estrenó en Broadway el 10 de Diciembre del 2006 siendo nominado a 11 premios Tony, de los que consiguió ocho (Mejor musical, libreto, partitura, dirección, coreografía, orquestaciones, diseño de luces y actor de reparto). 

Basado en una polémica obra teatral del autor alemán Frank Wedekin, escrita en 1892 que no se estrenó hasta 1906 en Berlín, dirigida por Max Reinhardt, viéndose envuelta desde entonces en no pocos problemas y prohibiciones en sus posteriores estrenos en Londres y New York a lo largo de los cien años que ha tardado en estrenarse como musical en Broadway, con el reconocimiento unánime por parte de crítica y público.

La obra teatral que se estrenó como “Spring awakening – A childrens tragedy” (Despertar primaveral – Una tragedia infantil), fue todo un trallazo para la sociedad de principio del siglo XIX, por tratar de forma abierta temas como el aborto, la violación, la homosexualidad, el suicidio o el abuso de menores, todo ello en el entorno de jóvenes adolescentes que despiertan a la sexualidad, ahogados por un entorno hermético que no les ayuda a entender los cambios y fantasías eróticas que viven en su cuerpo.El musical tardó más de ocho años en llegar a Broadway ya que los autores Duncan Sheik (música) y Steven Sater (letras), estuvieron trabajando en demos de canciones, talleres del proyecto, arreglos y orquestaciones hasta dar un concierto en el Lincoln Center en el año 2005, aunque todavía pasaría un año para que se estrenase en un teatro off-Broadway donde se representó entre Mayo y Agosto del 2006, pasando al Eugene O’Neal Theatre de Broadway en Diciembre de 2006, con Jonathan Groff (Melchior) y Lea Michele (Wendla) de protagonistas, que repetirían como pareja años más tarde en la serie televisiva “Glee”.

El musical fue un éxito en taquilla rozando las 900 representaciones y en Enero de 2009 se estrenó en Londres donde repitió éxito consiguiendo cuatro premios Oliver, incluyendo el de mejor musical. Desde entonces se ha representado en Suecia, Finlandia, Hungría, Austria, Eslovenia, Malta, Tokio, Brasil, Filipinas, Checoslovaquia, Noruega, Australia, Israel, Escocia, Irlanda, Alemania, Serbia, Paises Bajos, Argentina, Nueva Zelanda, Portugal, Rusia, Italia o Canada, repitiendo en algunos de estos paises en varias versiones y diferentes fechas. Se habilitaron los derechos para que pudiera ser representada por grupos de aficionados, porque el tema un siglo después sigue vivo y para muchos todavía es tabú.La utilización de la música rock a la que añadimos la práctica ausencia de decorados y los actores con su punto de rebeldía, sus atrevidos cortes de pelo y vestuario austero principalmente en negro, permite que la audiencia entre en la historia sin ser consciente de que está asistiendo a algo ambientado hace más de cien años, confiriéndole  un aspecto atemporal, que podría tener lugar en cualquier entorno.

Un brillante trabajo con la iluminación consigue dar intimidad o agresividad a las escenas y el hecho de colocar a parte del público en el escenario rodeando la acción, constituye otro acierto de este montaje minimalista que con los más básicos elementos, es capaz de crear un ambiente en el que encaja público y personajes como un todo.Entre las canciones predominan las baladas como “Mama who bore me” donde la protagonista pide a su madre le aclare sus dudas sobre la sexualidad que está despertando en ella, “Touch me” donde cada chico y chica a solas expresan su deseo de intimar físicamente con alguien,  “I believe” cuando los dos protagonistas hacen el amor en un granero, “The Guily Ones“, “The word of your body”, “Whispering“, que se alternan con otras más agresivas como “The bitch of living“, “Totally fucked” donde los jóvenes manifiestan agresivamente sus frustraciones y fantasías, “Don’t do sadness/Blue Wind” el dúo de una chica con su amigo que está decidido a suicidarse.

El excelente trabajo del compositor Duncan Sheik como orquestador le valió su segundo Tony por los sencillos y efectivos arreglos ejecutados por un grupo de ocho músicos, con la ventaja de una escenografía aparentemente casi nula, que convierten este musical en un proyecto económico y fácilmente movible para poder llevar en tour, lejos de los complicados musicales repletos de efectos. Aqui la fuerza reside en la historia y por supuesto por unos intérpretes que deben ser capaces de hacer creíble y cercana su historia.El director McG a través de su productora adquirió los derechos para llevar al cine el musical, que debía empezar a rodarse en Otoño del 2012 en Europa y según comentó Steven Sater, tenían una nueva canción escrita exprofeso para la película, buscando como suele ser habitual en estos casos optar al Oscar a la mejor canción original. También se especuló con que Lea Michele retomase el papel que estrenó en Broadway y lo interpretase en la película, aunque todavía todavía no se ha confirmado nada de forma oficial.

Fue muy alabada la versión de la Deaf West Theatre que estrenó en Los Ángeles con un reparto en el que algunos intérpretes eran sordos, que tuvo tal acogida que en Septiembre de 2015 se llevó a Broadway por una temporada limitada de cuatro meses y con varios actores que la habían estrenado en Los Ángeles, reforzando el reparto en los papeles de adultos con Marlee Matlin, Camryn Manheim, Patrick Page y Russell Harvard.  En España sigue inédito comercialmente en español, aunque el 14 de Noviembre de 2017 en Barcelona se estrenó una versión en catalán.

MÚSICA: Duncan Sheik
LETRAS: Steven Sater