Crítica "JUEGOS, La Obra" - "Un musical fuerte y comprometido" Excelente *****

 


En un año tan particular, el teatro ha sufrido uno de sus peores pruebas. Fue tildado de no esencial o sea imprescindible para el cotidiano humano.

No ha habido actividad presencial en nueve meses. Si nació contundentemente y para quedarse la modalidad “streaming”.

Lo visto hasta el momento son una o dos cámaras con alguna dirección, presentando en formato a la italiana como en el teatro convencional, algunos conciertos y un solo musical.

El estreno de “Juegos, La Obra” con letras y adaptación de Marcelo Caballero, música de Juan Pablo Schapira y la dirección general de Ariel del Mastro dio vuelta y redefinió este formato definitivamente.

Esta trabajo cinematográfico no afecta en nada la esencia teatral, es más, nos va llevando a donde nuestra mirada debe estar en el momento de la acción, para no perder detalle ni de la trama, ni de las actuaciones.

"Juegos, La Obra" esta basada en la obra Juegos a la Hora de la Siesta escrita por Roma Mahieu.

Roma Mahieu (nacida en Polonia en 1937) escribió Juegos a la hora de la siesta en 1976, año en que fue estrenada en Argentina, país al que la dramaturga emigró cuando tenía 10 años de edad.

En 1978 la obra fue prohibida por la dictadura militar argentina, con el argumento de que la pieza promovía prácticas subversivas.

Por este hecho la autora tuvo que exiliarse en España, en donde vive desde entonces.
Juegos a la hora de la siesta se ha representado en varios países recibiendo diversos premios y menciones.
La obra fue escrita en respuesta a la situación de opresión que vivíamos los argentinos durante la dictadura militar.

La historia escrita por Roma Mahieu narra la historia de unos niños entre 5 y 10 años de edad, quienes se reúnen en un parque de juegos infantiles, sin la vigilancia de sus padres. Todo lo que ahí ocurre oscila entre el juego y la violencia, en un ritmo que va creciendo, generando una tensión dramática importante.
A pesar de que los personajes son niños, queda claro que no es de ellos de quienes la autora habla.

A través de ellos la escritora genera un reflejo del mundo de los adultos y de lo que ocurría, en particular, en la Argentina oprimida por el poder totalitario.

Ella misma ha dicho que recurrió al universo infantil un poco para burlar la censura y poder expresar su oposición a la violencia ejercida contra la sociedad por la dictadura militar en la época en que escribió la obra.
Se trata de una obra fuerte, política y, desde luego, con un fuerte matiz ideológico.

La autora busca expresar o, mejor, desnudar a la violencia como parte de la condición humana.

Está por otro lado su discurso en contra de los totalitarismos, del fascismo y de cualquier otro sistema de poder que oprima a los pueblos. Su obra habla de la violencia sólo para expresar su oposición a ella.

Llevar adelante este mundo dramático de la violencia y llevarla al formato de musical requiere de mucho trabajo, conocimiento del género y contenido profesional.

Los pilares están en la adaptación de la obra teatral realizado por Marcelo Caballero y la música de Juan Pablo Schapira. Amalgamar este tema trágico, - que es más que un drama -, y encontrar la música que no desdibuje tremendo texto, fue el logro principal. Los temas son potentes, como uno de ellos llamado La Nada.

Otro logro fue la puesta en escena también obra de Marcelo Caballero con la coreografía de Rosario Asencio juntos logran que Juegos sea visualmente tan impactante como el texto lo exige.

Solo un circulo inclinado rodeado de arena fue el diseño escenográfíco ideado por Vanesa Girlado para llevarnos a la plaza donde se desarrolla la historia.

Esta producción tiene grandes profesionales en las distintas áreas que merecen ser nombrados como la dirección Vocal de Katie Viqueira y Juan Pablo Schapíra, el vestuario Alejandra Robotti , el impecable diseño de sonido de Eugenio Mellano Lanfranco, diseño asociado de iluminación de Gaspar Potocnik y grabación, mezcla y masterización de música de Martín Rodriguez.

Esta enorme obra musical, no podría “ser”, sin el elenco joven y poderoso de Juegos. Ellos son Agustina Cabo, Nicolás Cucaro, Tomás Kirzner, Carolina Kopelioff, Alan Madanes, Maia Reficco y Julia Tozzi.

Un director es aquel líder que sabe rodearse de lo mejor, lo sabe conducir y lo lleva a buen destino, Ariel del Mastro hizo todo esto y más.

Realizó una transmisión sonora y de imagen impecables, la mejor vista en un “streaming” nacional hasta el momento.

Lograr que este texto, uno de lo más destacado de la dramaturgia argentina, pueda ser vivenciado en su total dimensión y en versión musical, nos alienta a pensar que no todo está perdido y que no hay solo mediocridad, también aparecen en el camino directores como Del Mastro.

Juegos es un musical fuerte y comprometido. Para los que sobrevivimos a la dictadura del 76 es un tema sentido que no hay que olvidar nunca y es el teatro el que lo recuerda y rememora en toda su crudeza.

Es un tema para repensar permanentemente porque la Humanidad no entiende lo suficiente,

Daniel Falcone